Desde
ahora hasta el 10 de diciembre, muchas cosas podrían ocurrir. Y podría haber
notables sorpresas hasta el 22 de junio en cuanto a las candidaturas presidenciales.
Con
los elementos que tenemos hasta ahora, podemos sin embargo, visualizar 3
grandes escenarios principales.
En
uno de ellos, Cristina se presenta a las elecciones (22 de junio), permanece
siempre con buenas chances de ganar, y es posible terminara ganando en segunda
vuelta el 24 de noviembre. Lo principal de acá a diciembre (más allá de lo que
pudiera hacer durante su eventual gobierno), es que este escenario genera un
significativo temor en los mercados financieros. Y ante estos temores, se abren
2 escenarios importantes:
a)
el Gobierno de Macri acierte en manejar la situación hasta entonces, lo que
deriva en el escenario que llamamos de “Tensión Fuerte”
b)
el Gobierno de Macri no acierte en manejar la presente situación, lo que
terminaría derivando en un escenario que llamamos de “Caos”.
Hoy,
todavía un poco lejos del período crítico (julio-noviembre), estaríamos
navegando entre estos 2 escenarios, aunque dada las medidas cambiarias
recientes anunciadas el 29 de abril, predominaría con bastante fuerza, el
escenario de “tensión fuerte”.
En
el tercer escenario, por alguna razón, el “riesgo Cristina” se despejaría:
podría ser porque finalmente no se presente como candidata, porque Macri (o
eventualmente Vidal si a último momento reemplazara a Macri) subiera mucho en
las encuestas, o porque un candidato como Lavagna subiera mucho en encuestas,
con altas chances de entrar en ballotage (siendo que las encuestas lo dan como
casi seguro ganador si pudiera acceder a esta segunda vuelta).
La estrategia
del Gobierno durante la transición
A
pesar de lo riesgos de la estrategia política elegida por el gobierno (no
acordar con PJ Federal, no haber elegido a tiempo a Vidal como candidata, etc),
el gobierno venía aplicando una estrategia financiera “débil”, que se acaba de
modificar para bien.
Subsistirán
sin embargo dudas, como ser: el FMI no pondría realmente reparos si el BCRA
utilizara más de 10 mil millones de dólares para abastecer los deseos de
dolarización de los tenedores de pesos?
Habrá también una estrategia para recompra de bonos a fin de que no se
vuelva a disparar tanto (y más) el riesgo país?
Si
por algún motivo, las estrategias oficiales se percibieran insuficientes, o
poco creíbles, y Cristina siguiera con buenas chances de ganar, se habilitaría
un escenario donde el temor llevaría a las dinámicas bien negativas que
describimos como escenario de “Caos”.
Y
si el gobierno lograra consolidar los cambios iniciados el 29 de abril, con
algunas medidas adicionales (como ser, concretar la conversión de yuanes en
dólares, crear un fondo para recompra de bonos, etc), y disipa dudas que
pudieran quedar (en esencia, verdadera voluntad y autorización para vender
todas las reservas que les sean demandadas a un precio “razonable”, digamos,
menos de $50 por dólar), las probabilidades de “Caos” se disiparían realmente
mucho. Nos quedarían en caso de “acierto” del gobierno para la transición,
escenarios de “Tensión Fuerte” si Cristina siguiera muy competitiva, o un
escenario de muy buen “Alivio”, si las chances de Cristina se fueran
desvaneciendo.
Entonces,
imaginemos 3 dinámicas diferentes acorde a todo lo comentado.
Dinámica
favorable: se despeja riesgo Cristina
Si
Cristina decae en encuestas (o directamente no se presentara), las cosas
podrían experimentar importantes mejoras respecto a la situación actual.
Simulamos que Cristina finalmente no se presenta, y que además el gobierno
acertara plenamente en su estrategia financiera transicional. Que esperaríamos
sucediera?
Por
una parte, la dolarización sería limitada. Y el dólar bien podría llegar al 10
de diciembre por debajo de los $50 por dólar (no podemos descartar incluso
estuviera en valores menores a $45).
Con
tarifas ya sin aumentar, y salarios aumentando un poco menos que el 3% mensual,
podríamos estimar que la inflación promediara 2% mensual en los últimos meses
del año.
Las
tasas Leliq podrían terminar el año por debajo del 50%. Y el riesgo país bien
podría bajar de los 700 puntos.
La
actividad económica ganaría envión positivo, por aumento del salario real,
mejora financiera general, y panorama político mucho más despejado (más
inversiones, etc).
Caos posible:
Cristina sigue bien en encuestas y Gobierno no acierta en estrategia financiera
Cristina
inspira temor. Sus antecedentes no la ayudan. Durante su gobierno, entre otras
cosas:
a) El déficit
fiscal trepó desde el equilibrio en 2007 a un déficit del 5,1% en 2015 (que si
se midiera con la metodología actual, sería del 6,8%).
b) Financió ese
desequilibrio con emisión monetaria inflacionaria y vaciando al BCRA de sus
reservas.
c) Si la
inflación “sólo” promedió un 25% durante sus mandatos, fue gracias a un dólar
que se atrasó muchísimo, y a un increíble congelamiento tarifario, que costó
fortunas en subsidios, y que explican lo tarifazos posteriores.
d) Mostró muy
poco cuidado del ahorrista argentino, que fue inhibido de ahorrar en dólares
(cepo), y que incluso debió soportar tasas de interés más bajas que la
inflación buena parte del tiempo (la tasa promedio para depósitos a plazo fijo
fue del 14% a lo largo de los 8 años)
e) Mostró
también un marcado desapego a la ley a la hora de respetar los derechos de los
acreedores argentinos y externos. Como muestra:
a. Mantuvo el
falseamiento de las estadísticas del INDEC iniciado por Néstor, que implicaba
un default de facto de la deuda pública indexada al CER
b. Cuando pudo,
no solucionó el tema de los holdouts. En diciembre de 2014 venció la cláusula
RUFO y tampoco así solucionó el problema, desconociendo el fallo de la justicia
de Nueva York a la que voluntariamente el Estado argentino se había sometido.
c. El ministro
Axel Kiciloff anunció que el PIB del año 2013 había crecido un 4,9%, para luego
desdecirse, anunciando un crecimiento
del 2,9% que el mercado tomó como otra manipulación de datos con tal de
no pagar el cupón del PIB (que requería crecimiento mayor al 3,25%).
d. No empalmó
las series de PIB como correspondía, también a los fines de no seguir pagando
el cupón del PIB (hoy hay un juicio en Nueva York por este tema)
e. Otro juicio
que se ventila hoy en Nueva york, es el referido al no cumplimiento de oferta a
los accionistas minoritarios por la estatización de YPF.
De
modo que no cabe extrañar que en la medida en que mejoró en las encuestas, el
riesgo país haya estado subiendo.
Imaginemos
entonces que puede pasar si Cristina, como todo parece indicarlo, finalmente se
presenta, y se mantuviera muy competitiva en las encuestas:
1) Los tenedores
de deuda, temerosos de un posible (y relativamente probable) default,
renovarían muy poco de Letes, Lecap y Bonos. El riesgo país, podría superar los
1200 puntos básicos (si el gobierno no hace nada para evitar esto).
2) Los
depositantes más sofisticados y más grandes, preferirían dolarizarse, aún con
tasas muy altas, porque el temor de que hubiera un dólar más alto con Cristina,
probablemente en la forma de un dólar financiero 30 o 40% más alto que un dólar
comercial (control de cambios), llevaría implícito la posibilidad de fuertes
pérdidas, no habiendo tasa de interés que pudiera compensar esto (incluyendo el
riesgo de que finalmente los intereses que se pudieran pactar no fueran
cumplidos).
3) El BCRA
debería decidir como interviene, tanto en montos como en valores del dólar. Si
la demanda de dólares es fuerte y persistente, y el BCRA se muestra finalmente
un tanto timorato, sería posible que tal corrida se exacerbara.
4) Podría
suceder que el FMI se opusiera a que el BCRA venda “demasiadas” reservas, o,
más probable, que sólo autorizara ventas masivas a valores más altos que los
que el BCRA quisiera.
5) Si lo
anterior sucediera, tal vez veríamos al dólar llegar a valores de $60, antes de
que el BCRA se decidiera a usar toda su artillería.
6) Se armaría un
círculo vicioso: más suba del dólar, más inflación esperada, más sensación de descontrol,
más temor, más demanda de dólares, más suba del dólar y más pérdida de dólares
del BCRA, más temor, etc, etc
7) No podemos
descartar completamente (aunque es poco probable), que ya hacia la recta final
(octubre-noviembre), el gobierno se viera obligado a tomar medidas restrictivas
para minimizar el traslado de depósitos en pesos a dólares (para evitar dólar
se fuera a $70 o más).
8) Finalmente,
el 27 de octubre o el 24 de noviembre, Cristina sería elegida. Y el 10 de
diciembre debería anunciar un programa comprehensivo a fin de estabilizar la
crítica situación financiera
9) Quienes
piensan que con más tasas de interés, y con más restricción monetaria todo lo
comentado se pudiera evitar, se estarían equivocando. Por una parte, el BCRA se
vería obligado a perdonar a los bancos los previsibles incumplimientos de
encajes. Y por otra parte, tasas super altas (p.ej. del 100% o más) serían
vistas con altos riesgos de default (canjes compulsivos de depósitos, quitas,
etc). No evitarían la dolarización.
10) En todo ese
tránsito dramático comentado, de julio a noviembre, el PIB caería fuertemente,
el salario real también, y la situación se tornaría sumamente tensa desde el
punto de vista social. Si Cristina llegara a ganar en primea vuelta (por el
agudo deterioro financiero), no podríamos descartar tampoco, una entrega
anticipada del poder.
Escenario de
Tensión Fuerte, pero manejable
Si
Macri, reafirma y profundiza las medidas cambiarias tomadas el 29 de abril, las
dinámicas de “caos” serían muy factibles de evitar. Pero esto no quiere decir
que se puede evitar fuertes tensiones, fuerte nerviosismo, muy ligados a la
alta incertidumbre electoral.
Si
predomina este escenario (que es el que vemos más probable), seguiríamos con
muy altas tasas de interés (Leliq probablemente entre 65% y 75%), inflación que
no podría rondar el 2,5% mensual en meses venideros, y con bajo nivel de
actividad (el año terminaría tal vez con una suba del 1% (II-sem-19 vs
I-sem19). Pero no habría “caos”.
Conclusiones
Cuando Macri
optó por una estrategia “políticamente riesgosa”, debió, al menos, elegir una
estrategia financiera muy fuerte, que permitiera sin dudas evitar cualquier
posible caos. Recién el 29 de abril, una estrategia financiera fuerte empezó a
alumbrar. Con ello, el escenario de “caos” bajó mucho en probabilidad. Un escenario de verdadero “alivio” luce poco
probable, ya que implicaría básicamente, que Cristina no se presentara (o que
cometiera errores importantes durante la campaña que la alejaran de la
posibilidad de ganar). Es entonces un escenario de “fuerte tensión” el que se
está configurando como el que más chances tiene.
Pero como se decía al comienzo, estamos
ante una realidad muy fluida, y así como el 29 de abril ha sido un día de
“fuerte cambio” (positivo en términos de nuestra tranquilidad para sobrellevar
esta larga transición electoral), nuevos cambios importantes, positivos o
negativos, podrían acontecer. No nos queda más remedio que estar atentos, y
“resetear” escenarios y probabilidades todas las veces que fuera necesario.
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